Archivo mensual: agosto 2011

El éxito de un entrenador es un trabajo de equipo.


Implicación y máxima exigencia a los jugadores. Recientemente, un jugador comentaba sobre su entrenador: «No hay secreto: él lo da todo; no se da un respiro. Se implica tanto y hay tanto compromiso por su parte, que si no respondes quedas retratado».

Para ganar títulos hay que jugar bien y entrenar mejor. Esta es una de las claves del éxito, pues los deportistas están muy motivados para competir, pero algunas veces no tanto para entrenar. Sin embargo, solo se compite bien cuando se ha entrenado adecuadamente.

Estilo positivo de liderazgo y comunicación. En psicología del deporte se ha intentado identificar los rasgos de personalidad de los entrenadores de prestigio: «Mentalmente fuertes, autoritarios, dispuestos a soportar la presión, emocionalmente maduros, independientes en sus opiniones y realistas en los objetivos que se proponen».

Actualmente se considera que no existe un conjunto de rasgos que garantice el liderazgo eficaz. En este caso, a algunos entrenadores les ha ido muy bien reconocer los méritos de sus jugadores: «Tengo unos jugadores muy buenos. Ellos, con otro entrenador, podrían ganar títulos; yo, con otros jugadores, no». Hay recordar que un estilo positivo de comunicación no está reñido con ser muy exigente.

Objetivos comunes y sensibilidad a las diferencias individuales. Este estilo de juego para lograr unos objetivos comunes supone a veces sacrificios individuales que los jugadores pueden aceptar si el entrenador ha sido sensible a las diferencias individuales en su trato con ellos. Etoo, que jugó muchas veces en una posición sacrificada, reconoció públicamente: «Es una victoria de Pep, porque para mí estuvo tácticamente insuperable».

Coherencia en el discurso que demos a lo largo de la temporada. Desde el comienzo, insistir en la necesidad de entrenar bien y luchar hasta el último minuto con la máxima intensidad. Este es un discurso que no ha hay que cambiar y que,  junto con un alto nivel de autoexigencia, te dará la máxima credibilidad ante tus jugadores.

En definitiva, una coherencia en el discurso que se basa en establecer pocas reglas, pero muy claras y lograr que se cumplan.

Solo con ungran compromiso y una gran motivación por el trabajo de equipo, por superarse cada uno en su función dentro del grupo es como se puede competir al más alto nivel y al mismo tiempo disfrutar de este gran deporte que nos une en una misma pasión.